Limpiar tu barbacoa entre sesión y sesión es fácil. La clave es eliminar los residuos que hayan quedado en las rejillas tras tu última comida.
Lo más importante es precalentar la barbacoa a fuego alto durante 10-15 minutos. Ello carbonizará los restos de alimentos que pudieran haber quedado en las rejillas. Después, limpia las rejillas con un cepillo para parrillas con cerdas de acero inoxidable. Tenemos un par de opciones que puedes probar. No necesitas lavar tus rejillas entre cada sesión de barbacoa, ya que el precalentamiento las dejará bien limpias.
Vacía todas las cenizas y el carbón sin quemar de la cuba y el cenicero antes de volver a cocinar. El carbón arderá más fácilmente y no se escaparán cenizas incandescentes fuera de la barbacoa.
¡Ya puedes volver a encender tu barbacoa!