La respuesta breve es “no”, por la siguiente razón:
Los diferentes países del mundo operan con distintos tipos y presiones de gas. Así, para asegurar la usabilidad y el rendimiento, todos los componentes clave se diseñan y fabrican específicamente para el tipo y la presión de gas correspondientes.
Por razones de seguridad, debido a la complejidad de los componentes y al grado de intervención que sería requerido para ello, no recomendamos convertir una barbacoa de una presión de funcionamiento a otra. Tal hecho invalidará la garantía y puede dar lugar a una situación no segura.
Además, para cumplir con la legislación local, cada barbacoa incorpora una etiqueta de datos con información acerca del país de destino, la presión y el tipo de gas, y el número de homologación CE. Su conversión invalidaría la etiqueta y, en consecuencia, la barbacoa resultante ya no se correspondería con la barbacoa homologada, algo obligatorio para cualquier producto comercializado y usado en Europa.
Las barbacoas pueden viajar entre los países enumerados en la sección “País de destino” de la etiqueta siempre y cuando la presión y el tipo de gas sigan siendo los mismos.
Las barbacoas importadas desde fuera de Europa están sujetas a las mismas restricciones.